Antes de que decidas poner fin a tu trayectoria profesional dentro de tu empresa, es recomendable que dejes bien atados ciertos puntos.
El mundo ha cambiado en los últimos dos años y muchas personas se han replanteado su futuro laboral, sobre todo aquellos que han tenido la oportunidad de cambiar la silla de la oficina por el sofá de su casa cuando han podido teletrabajar.
Y es aquí cuando las condiciones y expectativas laborales han cambiado para los empleados, que han comenzado a plantearse el tiempo que dedican a sus trabajos y la satisfacción personal que obtienen a cambio.
Si eres una de esas personas que están a punto de cambiar de rumbo, es conveniente que utilices la cabeza antes de hacerlo y tengas en cuentas algunas recomendaciones que probablemente te puedan ayudar.
- ¿Tienes un Plan B?
Aunque es comprensible que a veces usemos más el corazón que la cabeza en este tipo de decisiones, es importante que cuentes con una alternativa, especialmente en caso de que no tengas opción de solicitar el paro.
Por ello, es importante que primero analices tu situación económica, tus gastos y si es viable dejar tu trabajo en este momento. Aparte de eso, lo más recomendable es tantear el terreno del mercado laboral y revisar otras ofertas de empleo que encajen con tu perfil antes de tirarte a la piscina.
- ¿Has analizado a fondo tu solvencia?
Es aquí donde muchos tropiezan con la misma piedra. Es comprensible que cuando no estás a gusto, prefieras marcharte y probar suerte en otro lugar. Lo que ocurre es que si lo hacemos sin pensarlo, podemos encontrarnos con dificultades que no valoramos en un principio.
Valorar los riesgos-beneficios es básico. Sobre todo teniendo en cuenta si a día de hoy nos encontramos pagando una hipoteca, guarderías, coches, préstamos, etc. Si somos incapaces de hacer frente a nuestras deudas, las consecuencias serían quizás peores que el hecho de haber esperado un poco más a tomar la decisión de renunciar.
- ¿Puedes solicitar el paro?
Como te hemos comentado, si no tienes derecho a paro las cosas se complican un poco más. Y lo más probable es que no lo tengas ya que abandonar voluntariamente un puesto de trabajo es motivo de pérdida del derecho a solicitar la prestación de desempleo.
No obstante, existen algunos casos concretos en los que si has renunciado por motivos que tienen que ver con el traslado de la empresa a otro lugar, cuando han cambiado tus condiciones de trabajo, o hay problemas con el pago de tu nómina, por ejemplo, tienes derecho a cobrar la prestación por desempleo. Por ello, es importante informarte bien de ello.
- Revisa la extinción de tu contrato y el finiquito
Decenas de casos terminan en los juzgados porque se han producido irregularidades entre lo que le correspondía al trabajador y lo que la empresa finalmente le ha ofrecido. Para calcular bien tu finiquito, analiza el tiempo que has trabajado, tus vacaciones, y posibles pagos pendientes. Dale la importancia que merece porque este dinero te ayudará mientras encuentras un nuevo empleo.
- ¿Y si inicias tu propio proyecto?
Sabemos que los autónomos en nuestro país no están lo valorados que deberían, pero si tienes derecho a una prestación o te ha tocado un buen finiquito, podrías invertirlo en tu propia empresa, sobre todo teniendo en cuenta la tarifa plana para emprendedores que tienen disponibles los nuevos autónomos.
Muchos negocios online están teniendo éxito gracias a que tienen costes más reducidos por lo que podría ser una buena opción para comenzar. Si te animas, es importante que conozcas los impuestos que te corresponden y cómo debes darte de alta.
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