El último informe de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones muestra lo debilitado que se encuentra el sector de la automoción en España.
Los registros de 2021 muestran que la producción de vehículos en España ha caído más de un 25,1% con respecto a 2019 según ANFAC, a consecuencia de la escasez de microchips y una pandemia que en los últimos dos años ha generado incertidumbre entre los consumidores.
Muchos concesionarios se encuentran a día de hoy sin stock suficiente para poder cubrir la demanda, y los expertos hablan de la tormenta perfecta ocasionada por el bajo número de semiconductores, y el elevado precio de costes de transporte y de materias primas.
Como consecuencia de ello, en septiembre de este año se ha registrado una caída del 31,4 % en las matriculaciones de turismos y todoterrenos, frente al mismo mes de 2020, mientras que el número de vehículos comerciales e industriales matriculados ha descendido hasta en un 35,2% respecto a septiembre del año anterior.
Pero esta situación no sólo está afectando a las ventas a nivel nacional, sino que las exportaciones también están padeciendo esta crisis que en el mes de septiembre ocasionó un descenso de más del 30% frente al mismo periodo de 2020, unas cifras que están provocando que los márgenes de crecimiento se reduzcan mes a mes.
No obstante, no todo son malas noticias, ya que estas cifras contrastan con los buenos datos que está arrojando la producción de vehículos electrificados, híbridos y de gas, que con más de 181.354 unidades fabricadas en lo que va de año, ya ha superado el cómputo global de vehículos electrificados fabricados en todo 2020.
¿Qué ocurrirá de cara al futuro? El sector de la automoción no espera que la situación mejore hasta 2022, según declaraciones de Noemí Navas, directora de Comunicación de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC):
“No esperamos que la escasez de chips tenga una solución a corto plazo ni que el mercado recupere impulso en el último trimestre y, por lo tanto, las previsiones de cierre son más bajas”.
La realidad es que 2020 y 2021 han traído consigo una desestabilización en la cadena de producción de automóviles que, de mantenerse en el tiempo, puede ocasionar que esta crisis termine también desembocando en la pérdida de puestos de empleo, algo por lo que, según la opinión de los expertos del sector, es necesario trabajar en un plan sólido que pueda amortiguar el impacto que está teniendo la pandemia y la escasez de chips que estamos viviendo a nivel mundial.
