¿Qué es el despido objetivo?
El despido objetivo es una modalidad de terminación del contrato de trabajo que no se origina por causas imputables al empleado, sino por motivos que tienen que ver con la situación económica, técnica, organizativa o productiva de la empresa y su aplicación debe ser justificada y acompañada de una indemnización. Este tipo de despido está detalladamente regulado por el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores, con su denominación que legalmente es la de «extinción del contrato por causas objetivas».
Causas y requisitos legales
Las causas que pueden motivar un despido objetivo son diversas y están tasadas en la ley:
- Ineptitud sobrevenida: No relacionada con la voluntad del trabajador, sino con su capacidad para desempeñar las tareas asignadas.
- Falta de adaptación: Cuando hay cambios técnicos en el puesto de trabajo y el empleado no logra adaptarse a estos, incluso después de formación proporcionada por la empresa.
- Causas económicas, técnicas, organizativas o de producción: Situaciones como pérdidas económicas, cambios en los métodos de producción o variaciones en la demanda de los productos o servicios que justifiquen la extinción del contrato.
Para que el despido sea considerado objetivo, la empresa debe cumplir con ciertos requisitos legales:
- Comunicación escrita al trabajador, explicando las causas del despido.
- Puesta a disposición del trabajador de la indemnización correspondiente.
- Respeto al preaviso de 15 días.
Tipos de despido objetivo y sus indemnizaciones
La ley establece diferentes tipos de despido objetivo, cada uno con su propia indemnización:
- Despido procedente: Se indemniza al trabajador con 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades.
- Despido improcedente: Si el despido no cumple con los requisitos legales y es declarado por un juez como despido improcedente (o la empresa lo reconoce como tal), la indemnización asciende a 33 días por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. Si el contrato se formalizó antes del 12 de febrero de 2012, el tiempo anterior a dicha fecha se computará a razón de 45 días por año de servicio, con 42 mensualidades como tope.
- Despido nulo: No hay indemnización, ya que se prioriza la readmisión del trabajador. Eso si, el trabajador deberá recibir los salarios que ha dejado de cobrar desde que fue despedido de forma nula, hasta la readmisión.
El despido objetivo tiene una indemnización de 20 días de salario por año de servicio, con un tope máximo de 12 mensualidades
Cálculo de la indemnización
El cálculo de la indemnización se realiza tomando como referencia el salario bruto diario del trabajador y el total de años trabajados en la empresa.
El preaviso en el despido objetivo
El preaviso es un paso crítico en el proceso de despido objetivo. La empresa está obligada a notificar al trabajador con al menos 15 días de antelación, tiempo durante el cual el empleado puede buscar nuevas oportunidades laborales y prepararse para la transición.
Gestión del despido y la indemnización
La gestión del despido objetivo incluye la preparación de la documentación necesaria, como la carta de despido y el finiquito, y la realización de trámites administrativos para notificar la extinción del contrato y tramitar la baja en la Seguridad Social.
Impugnación del despido objetivo
Si el trabajador considera que el despido no se ha ajustado a la legalidad o que las causas alegadas no son legítimas, tiene derecho a impugnarlo. Para ello, dispone de un plazo de 20 días hábiles para presentar una papeleta de conciliación, un paso previo necesario antes de acudir a la jurisdicción social.
Otros artículos relacionados:
¿Qué es un despido objetivo según las causas que lo permiten en el Estatuto de los Trabajadores?