Las cartas de presentación son uno de los recursos que mejor funcionan a la hora de presentar nuestra candidatura a un nuevo puesto de empleo.
Aparte de preparar un buen currículum, es importante hacer uso de todos los recursos que podamos para presentarnos como candidatos a una vacante. Uno de ellos es la carta de presentación, que nos servirá para hacer una intro sobre quiénes somos y por qué podemos encajar en el perfil que están buscando.
¿Qué es una carta de presentación?
Como su nombre indica, es un documento donde vamos a hablar de nosotros, pero que no está enfocada a repetir lo que ya hemos reflejado en el currículum. Más bien se trata de tu oportunidad para reflejar la persona que se van a encontrar si deciden proponerte finalmente para una primera entrevista.
En la carta debemos dar a entender las razones de por qué eres el candidato idóneo para el puesto, cuáles son tus cualidades y puntos fuertes. Recuerda que no se trata de repetir toda nuestra formación o experiencia profesional, sino más bien de expresar cuáles son tus motivaciones, por qué estás interesado en el puesto de trabajo, y qué puedes aportar como profesional a la empresa.
Consejos para la carta de presentación perfecta
Para tu carta es importante que elijas un diseño limpio y ordenado. Seguir una estructura es imprescindible para dejar una muy buena impresión:
- Comienza por el principio. Sí, suena evidente, pero seguir una estructura es básico para que logremos transmitir que somos el candidato perfecto. Es recomendable comenzar explicando por qué te presentas a la candidatura, qué habilidades te definen como profesional, y por qué crees que cuentas con los requisitos necesarios para el puesto. Sobre todo, es importante recalcar tu motivación y qué puedes aportar a la empresa.
- Sé original. Intenta que tu carta no sea un “muermo”. Es positivo ser formal e imprescindible ser respetuoso en el contenido, pero te recomendamos que no recurras a frases ya “requemadas” y que generes tu propio contenido sin recurrir al copia y pega. Demuestra cómo te expresas.
- Cuida la expresión escrita. Aquílas dotes de redacción son importantes. Evita a toda costa los errores ortográficos y de signos de puntuación. Si redactar no es tu fuerte, pide a algún compañero o amigo que te eche una mano. Recuerda que dar fluidez al contenido da mayor sensación de ideas claras y dinamismo.
- Cuida la extensión. Leer un testamento no gusta a nadie, y menos si tienen que atender muchas más solicitudes, por lo que extenderse demasiado puede ser negativo. Por ello intenta que tu carta sea útil y concisa.
- Resalta tus habilidades y puntos fuertes. ¡Pero no te pases! Es importante que tengas claro cuáles son tus características más positivas y que recurras a algunos ejemplos sobre en qué podrían ser de utilidad para la empresa. No obstante, recuerda que la humildad también es importante saber transmitirla, y que, si te dan la oportunidad, incorporarte a ese puesto de trabajo contribuirá a tu crecimiento personal y profesional.
Estructura
Aunque parece evidente cómo se debe redactar una carta de presentación, muchas veces incluimos información que no es de utilidad o caemos en la redundancia. Te recomendamos de manera muy clara la siguiente estructura para tu carta de presentación:
- Inicio. Quién eres y cómo encontraste el anuncio de la vacante
- Desarrollo. Por qué estás interesado en el puesto de empleo y cuáles son tus principales habilidades.
- Cierre. Qué puedes aportar a la empresa y agradecimiento por haber atendido tu solicitud.
Aquí te dejamos ejemplos de cartas de presentación, al menos para que te puedan servir de guía para seguir una estructura. Pero recuerda, ¡deja tu sello personal en cada letra!
